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Martha J.

Expresando todo aquello que nos hace uno, y todo en este universo. Instinto

Disponible Villavicencio, Colombia
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Habilidades
SISTEMAS OPERATIVOS

Redacción en línea

Redacción Relatos Cortos

Experiencia
JUZGADO en RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO
Septiembre de 2010 - Actualidad
Formación
POSGRADO INSTITUCIONES JURIDICO PROCESALES en UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Febrero de 2013 - Febrero de 2015
Derecho en UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
Febrero de 2002 - Febrero de 2009
Información sobre Martha J.
Querida Comunidad,

Soy profesional en Derecho en mi país. Me he desempeñado en mi carrera por más de 10 años, ha sido una experiencia maravillosa; sin embargo, la contemplación y la admiración por la incomesurable belleza de expresar con palabras todo aquello que sentimos, me vuelca hacia ustedes.
Opiniones

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Publicaciones
Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 02:00

Contemplando en la vida que tienes frente a tus ojos, enfrentando con determinación aquel ego que se alimenta de tus incesables miedos, reflexionando sobre aquellas aspectos que influyen en todo cuanto consideras que te define, rompiendo cadenas, renunciando a tu propio egoísmo, a lo que consideras tu única verdad, abriéndote paso entre las hierbas, observando su increíble belleza, entendiendo, aceptando y participando de lo que pasa en ese presente que tienes en frente, solo así vislumbras la inmensidad del universo.


Solo así, tienes la increíble oportunidad de ser útil para quienes te rodean, para todo aquél Ser, que siente, y que desea lo mismo que tú, ser feliz.


Solo renunciando a mi comodidad como única forma de vida, puedo entender cuán maravilloso es este mundo en el que vivimos, cuántas culturas nos rodean, cuántos seres luchan día a día por sobrevivir. Así entiendes que, aún por caminos diferentes, todos buscamos esa paz, y esa maravillosa realidad que compartimos, nos hace uno en esta búsqueda, todos conectados.


Así liberamos el agua del aquel cántaro en la que nos concentramos, y observamos todo cuanto hay a nuestro alrededor.


Es una tarea ardua, que se desarrolla día a día, pero en la que vale la pena, una y otra vez invertir.  


Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:57

Parece tan corriente, una frase tan genérica; no obstante, sin dudarlo, puedo decir que realmente ¡somos tan afortunados!

Viene a mi mente, que cada cosa que hacemos o decimos, siempre trae consigo una nueva oportunidad. Cada día, reescribimos nuestro destino.
Surge esa maravillosa capacidad de percibir, oler, sentir, palpar, de vivir cada pequeño detalle, que en suma, construye nuestro presente y cimienta el futuro, aquél que construimos con la simpleza que el mundo nos permite encontrar en cada rincón, en cada sonrisa, en cada rostro, en ti..., en tu interior...

Cada instante, ocurren miles de milagros a nuestro alrededor -no hace falta ver muy lejos- ¡eres uno de ellos! Un vivo ejemplo de la inmensidad del universo, del regalo de la vida, de esa fe infinita a la que nos aferramos, la que nos impulsa a continuar.

Parece tan corriente; sin embargo, la fortuna se alcanza cuando somos capaces de percibir esos instantes de vida, cuando atesoramos momentos, cuando al sonreír abrimos la puerta a un nuevo presente.

Somos tan afortunados...

Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:56

Ella me ha brindado mis mejores momentos de lucidez, en los que siento que puedo alcanzar todo por lo que he luchado. En tiempos difíciles, me ha hecho invencible, sacando a flote aquello que realmente me hace sentir orgullosa.

Innumerables son las batallas en las que me ha acompañado, la mayoría de ellas, libradas contra mi propio ser, enseñándome que soy más de lo que concibo, que mí tiempo aún aguarda por vivir deslumbrándome de lo simple.

Su belleza se traduce, en la sencillez del viento entrando por la ventana, acariciando suavemente tu rostro, haciéndote olvidar cualquier rastro de dolor que pueda estar alojado en tu interior. Con ella, simplemente vuelves a sonreír.

Podría describirte como mi aliada en esta cruenta vida, en la que pocas cosas nos hacen soñar. Cuando lo he necesitado, has estado ahí para recordarme que soy valiente y que encontrar mi camino es solo cuestión de fe, de la que inyectas a lo que te apasiona, a lo que amas. Difícil es explicar con palabras, las maravillosas cosas que has hecho por mí, y aún más difícil es describir tu gran poder renovador.

Bonito don el que diste aquellos que saben lo que logras, lo que curas, y es que reflejas perfectamente el sentir de las almas que buscan consuelo, son tus matices, tus melodías, las que reconfortan al caminante solitario, sin importar el ritmo en que te entonan, siempre traes alegría, aquella que incluso irradian quienes no tienen nada más en que creer.

Por eso, brindo por cada nota, por cada sonido, por cada momento compartido en tu presencia, ¡brindo a tu salud!, honrando todo lo que haces posible. Tú, la melodía de la vida.

Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:55

Y si vives en una realidad que va en contravía de lo que quieres ser.

Instantes en los que sientes que la idea de ser feliz se torna una quimera y terminas viendo el mundo a través de tus pensamientos, el deseo inalcanzable de conocer más allá de lo que tu consciente percibe, una extraña sensación, en la que tu alma quiere gritar, amar, en una sola palabra ¡VIVIR!, pero, tu instinto de conservación te aleja de todo aquello que algún día definió tu ideal.

La insuperable lucha en tu interior en la que dos sentimientos pelean incansablemente, dos fuerzas irresistibles, superiores a tu control, la primera aferrada a lo conocido, y la segunda, abocada al deseo de lo que asumes, viniste a realizar en este mundo.

Terminas siempre con el mismo interrogante, ¿qué me hace diferente?, ¿por qué no puedo disfrutar de lo convencional?, de la perfecta sencillez que ofrece el mundo, cuestionas todo aquello que te hace ser quien eres. Incontablemente miras hacia atrás, esperando encontrar lo que perdiste.
Tu pensamiento se convierte en tu cárcel, la mente atada a los impulsos nerviosos de quien quiere vivir pero tiene miedo de hacerlo, añoras tus mejores años, y entonces, quisieras devolver el tiempo, recobrar fuerzas y hacer las cosas de manera diferente.

Con todo, en ocasiones al ponerse el sol, estando sola en tu habitación, surge en ti una fuerza interior que te empuja a enfrentar lo imposible, a creer que todo mejorará, llenas tu cuerpo de energía y viene a ti una voluntad inquebrantable, dispuesta a cambiarlo todo.

¡Estoy aquí!, dispuesta a enfrentar aquello que no me deja avanzar, sé que puedo hacerlo, empezar de cero, con todo lo que eso implique. Siempre habrá algo a que temer, es precisamente la idea de vivir, me pregunto una y otra vez, ¿por qué tengo que ver pasar mi vida sentada en un escritorio?, llegar a mi hogar tras una extenuante jornada laboral, queriendo solo acostarme para acallar mis pensamientos, ¿por qué me resigno a creer que no soy buena para nada más que para aquello que no me hace completamente feliz?

¡Y si vuelvo a empezar!, lo harías tú, ¿iniciarías de nuevo?

Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:53

En mi infancia, soñaba con investigar, adentrarme en lo profundo del mar, estudiar las rocas de una majestuosa montaña, o aventurarme en el bosque, simplemente para contemplar los árboles, y ver como sus hojas se movían al ritmo del viento, deseos tan poco realistas y bastantes presuntuosos para una chica ordinaria promedio, siempre altruista, aun cuando el significado de esa palabra fuese del todo desconocido, QUERÍA IMPACTAR, luchar por ser distinta.

El tiempo pasó, y esos sueños tan profusos empezaron a deshacerse en la enmarañada tragedia psicosocial que es la vida, llena de desaciertos, de dolores sin sentido, de profundos sentimientos encontrados, de enamoramientos que cambian el rumbo, de decisiones desatinadas, de un proyecto de vida distinto al que siempre soñó aquella niña sentada en el jardín contemplando el cielo. Lo cierto es que al crecer, y aun cuando añoras tus más que divertidos universos paralelos, decides encerrarlos muy dentro de tu subconsciente, para no lastimarte al recordarlos, pues siendo adulto concibes fervorosamente que estas en función de una vida realista, en cumplimiento de los deberes diáfanamente delimitados por una sociedad, “¡hey! No puedes ir por ahí, viviendo de ilusiones, pon los pies sobre la tierra, aquí en el mundo real no vives de sueños, solo debes estudiar una carrera que te lucre económicamente para ser alguien en la vida”, reclamo acertado dentro de los parámetros sociales permitidos.

De repente, te miras al espejo y has crecido tanto, que olvidaste sonreír movilizando el total de tus órganos, tu risa solo logra reflejarse en tu rostro, no en tu interior. Ahora, el miedo es quien gobierna. Sí, ese miedo que te cohíbe, te marchita, te obliga a esconder tu verdadera esencia, dudas de todo, luchas por sobrevivir, pero para lograrlo irónicamente, dejas de vivir, intentas hacer todo aquello que no te ponga en peligro, que te mantenga ¡¡¡¡¡VIVO!!!! Es en serio, así lo piensas, lo crees angustiosamente. Y entonces, como si siempre hubiese estado ahí, denotas como un sentimiento desconocido, pero inmensamente irritante gobierna tus pensamientos, te vuelves su presa.

No sabes cómo apareció, solo lo sientes. Pero ERES TÚ quien lo siente, nadie lo entiende… Si se lo comentas a alguien más, esa persona jamás va poder dar crédito a tus dichos, y tal incredulidad es apenas justa, porque como va ser posible que de repente no puedas respirar, o pasar saliva, o creas que algo malo siempre va a suceder, ¡nadie lo entiende!, quien podría hacerlo, “como no vas a poder subirte a un ascensor sola”, “como vas a sentir miedo al volar”, la pregunta más acertada entonces sería, ¿Cómo vives?, como sigues de pie, como sales a la calle, como intentas subsistir sin que aquel inquilino mental molesto interrumpa tu paz; no obstante, lo único cierto, es que aquel huésped aparece cuando menos lo esperas.

Me recrimino y pienso, definitivamente no fue mi crianza, siempre fui feliz, bastante protegida quizás, mis padres no me permitieron dar rienda suelta a mi imaginación, son temerosos… Me amaban demasiado como para dejarme hacer tonterías -protegerme era su forma de decirme que me amaban muchísimo-, lo piensas una y otra vez porque constantemente buscas una respuesta, un ¿por qué a mí?, que reacción química o física, ocurre en el cerebro de los demás, y porqué el mío actúa diferente. ¡¡¡SOLO QUIERO SER FELIZ!!! Me repito diariamente, ¡me encanta vivir!, pero lo quisiera hacer a plenitud, tantos mundos creados en mi imaginación no pueden ser en vano, alguno de ellos debo recrear en mi realidad, solo que aún no encuentro como convencer a mi mente de ello, en este punto, creo firmemente que ella, ¡sí!, mi mente, no me tiene confianza, no la suficiente para dejar en mis manos el rumbo de mi existencia, me cree incapaz de cuidarme.

¡SOY ANSIOSA!, lucho con ello, día tras día, deslizando mis sentidos en recrearme otro mundo, intentando vaciar mi cuarto de san alejo mental, ese donde metí toda la basura que me llevó a sentirme así, intento desocuparlo para crear nuevas interpretaciones de la vida, o sin ser ambiciosa, al menos una donde el miedo NO SEA EL PROTAGONISTA, donde mi fe sea más poderosa, la fe tomada como esa FUERZA QUE MUEVE EL MUNDO, la que el oyente quiera interpretar, y en donde la quiera encontrar, porque es aquella a la que te apegas para levantarte cada mañana y seguir. En mi caso, concentró mi energía en una solo cosa ¡ME ENCANTA VIVIR!, aun cuando mi cuerpo genere acciones distintas a esa genérica apreciación, siempre intento repetir que ¡estoy bien! En algunos leves momentos de crisis, esa frase logra darme tranquilidad, en otros, un poco más efervescentes el antídoto suele tardar, y debo hacer acopio de todo cuanto deseo, de todo cuanto tengo a mi alrededor para no desfallecer, para sentir que estoy en el aquí, en el ahora… Vaya que es difícil convivir con tu enemigo, tanto que por momentos lo crees indestructible y sin querer te eliminas, sucumbes a una secuencia ilógica de proyecciones negativas sobre tu futuro.

Pese a ese devenir de emociones, son numerosos los inconstantes momentos de lucidez, en los que optó por vencer, por ser mi propia protagonista victoriosa. Me veo recreando la fuerza poderosa que trae consigo la voluntad, y entonces escribo, hablo y describo fervientemente a ese huésped que camina conmigo, aquél que ha decidido a toda consta controlar mis pensamientos, lo habló con la firme convicción de que puedo lograrlo, que puedo hacer que todo este aprendizaje juegue a mi favor, y empiezo entonces por considerar que el miedo no va a ser más mi enemigo, que cuento con las agallas para controlarlo, y que incluso, puedo utilizarlo solo cuando sea estrictamente necesario. Son estas pequeñas acciones las que me inundan con una fuerza apasionada, que me lleva a imaginarme cruzando el mundo, volando sobre las nubes, atravesando océanos de agua, con el único ideal de llegar a ese sitio que imagine para mí, cuando era tan solo una niña.

Me veo tan claramente a través de esos inconstantes momentos de lucidez, que en ese instante de poderoso renacimiento, decido vestir de gala mi voluntad, y la acompaño de la mejor de las compañeras, quien ha sido testigo de mis incontables batallas, ella, la ¡MÚSICA!, y entonces entiendo que la vida es tan simple, y que su deleite está en disfrutar aquello que tiene más significado, hoy, miraba a mi perrita, acostada junto a mi silla, observaba su rostro, tan perfectamente delimitado, esos enormes y profundos ojos, contemplaba su apaciente tranquilidad, y simplemente me transportó, viaje y me vi en mi sueño siendo adulta, corriendo por un campo lleno de flores, siendo libre…

Es así como trascurren mis días, es así como intento sobrevivir un día a la vez, es así como busco dentro de esa montaña rusa de emociones encontrar mi camino, y proveer de entusiasmo a mis incontables neuronas pesimistas. Y comparto cada sensación, porque quizás alguien más necesite oírlo, saber que no está solo, que luchamos juntos, que somos invencibles, que si hemos atravesado todo este empedrado sendero, es porque nuestro deseo, es salir de este túnel oscuro.

Sé que muy pronto la aventura de infancia, será ¡MI AVENTURA! Y entonces, escribiré sentada en la cima de un acantilado, con el viento tocando mi rostro, viendo maravillada la inmensidad del mar, y ¡SONRIENDO! Utilizando todos mis órganos, sonriendo, desde lo más profundo de mí ser.

Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:50

Martha J. @marthavalencia
19/08/2021 - 01:50